martes, 31 de marzo de 2015

Escritor: Hugo Lindo generacion 44

(La Unión, 1917 - El Salvador, 1985) Poeta, novelista y cuentista salvadoreño cuya poesía se caracteriza por su impronta religiosa y metafísica, como en el poema Católica biografía del dolor (1943). La mirada comprometida define su obra narrativa y ensayística.

Hugo Lindo
Hugo Lindo estudió jurisprudencia y ciencias sociales la Universidad de El Salvador, por la que se doctoró en 1948. Su tesis, El divorcio en El Salvador, fue galardonada con una medalla de oro por las autoridades académicas. Sirvió como embajador en Bogotá y Madrid y llegó a ser ministro de educación (1961). Posteriormente fue nombrado director de la Oficina de Asuntos Culturales de la Organización de Estados Centroamericanos. Perteneció a la Academia Salvadoreña de la Lengua, de la que fue director emérito, y fue miembro correspondiente de las Academias de España, Chile, Colombia y Honduras.
Su poesía busca alcanzar la revelación lírica a través de la claridad y la transparencia, y es también un acto de conocimiento, una búsqueda de las formas enclavadas en la realidad. La exactitud y claridad poéticas, sin embargo, denotan una lucha contra lo transitorio de la vida, las cosas y las propias palabras: "Y cada vez que pienso una palabra /digo / no es esto, / no. // Cubre una red sonora / un extenso vacío.// No es esto, / no. / Todavía no es esto.// Mejor borremos una a una, todas / las palabras escritas", sentimiento de fugacidad que intenta vencer suministrando a las palabras todo su poder redentor. 

Entre sus numerosos poemarios merecen destacarse Clavelia (1936), Poema eucarístico y otros (1943), Libro de horas (1948, primer premio del Certamen Permanente 15 de Septiembre), Sinfonía sin límites (1953), Trece instantes (1959), Varia poesía (1961), Navegante río (1963, primer premio de los Juegos Florales de Quezaltenango), Sólo la voz (1968, premiado en el Certamen Nacional de Cultural), Maneras de llover (1969), Este pequeño siempre (1971), Resonancia de Vivaldi (1976), Fácil palabra (1985) y Aquí mi tierra (1989). Póstumamente apareció Desmesura (1993), un largo poema de carácter autobiográfico que quedó inconcluso.

Sus cuentos fueron antologados en diversas selecciones regionales como la Antología del cuento moderno centroamericano (1949-1950). De su obra en prosa destacan sus narraciones religiosas e introspectivas como El anzuelo de Dios (1956) y ¡Justicia, señor gobernador! (1960), junto a otras novelas como Cada día tiene su afán (1964) y Yo soy la memoria (1983).

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